miércoles, 9 de mayo de 2007

Análisis tv: "Cuenta atrás". 1x01 / 1x02

Anoche asistímos al estreno de la nueva apuesta de ficción nacional de Cuatro.
Alrededor de las 23:00 emitieron los dos primeros capítulos de "Cuenta Atrás", protagonizada por Dani Martín y Jose Ángel Egido entre otros y que cuenta con Manuel Valdivia, quien ya participase en "Policías", en las labores de producción.

La serie promete, tiene un estilo visual diferente a lo visto en terreno nacional, una estructura narrativa original que se desarrolla a modo de flashbacks y con una cuenta atrás que nos indica el tiempo que queda para el desenlace, música que envuelve bien el conjunto y otras cuantas cualidades más.

A su favor tiene lo ya mencionado respecto al estilo. El contínuo uso de efectos especiales para simular los agujeros de bala o las escenas del avión del segundo capítulo, demuestran que es una serie ambiciosa y con ganas de hacer algo nuevo.

En su contra tiene como gran defecto, el protagonista. El personaje está demasiado estereotipado, ya que se presenta como el típico "poli malo" que no obedece a nadie y que pasa de los protocolos, aunque su mayor pega es el actor que lo interpreta. El lider de "El Canto del Loco", le pone ganas y físicamente da el perfil de macarra, pero sus actuaciones son demasiado forzadas, no enfatiza y usa el mísmo tono de voz en todas sus frases. Además verle como "jefe del cotarro", no pega demasiado ya que a pesar de su aspecto, es demasiado jóven.
Los guionístas le han hecho un flaco favor al centrar toda la serie en su personaje Corso, dejando en ocasiones al resto del reparto principal, como simples figurantes.
Otro aspecto negativo es el de usar siempre una cuenta atrás, esquema que puede llegar a hacerse monótono y repetitivo ya que aunque cambie la trama, la resolución sigue siendo la mísma.

Como ya hemos dicho, la serie promete y al menos es una nueva apuesta nacional, pero por el bien de la mísma, debería centrarse más en los demás personajes y alejarse de la idea de "La serie de Dani Martín". No digamos que sobre, pero sí que tiene demasiado protagonísmo.

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