Hace ya unos meses que se despidieron de las pantallas y aún así, no hay un solo día que no recuerde alguno de sus grandes momentos.
Nos hicieron reír, sufrir, sentirnos identificados con alguno de sus muchos personajes, estar pegados al televisor al final de cada temporada...
Muchos consideraron la serie (y todavía lo hacen) como un culebrón sensiblero sobre una madre e hija, con los típicos dramas relacionados con sus aventuras y romances, enfocada al público femenino. Pobres de ellos, que por prejuzgar la serie sin darle una mínima oportunidad, se quedaron sin conocer a Rory, Lorelai, Luke, Sookie, Lane, Paris, Dean, Paty y un montón de entrañables personajes, residentes en Stars Hollow, que podrían llenar unos cuantos folios.
La temporada inaugural de la serie, comienza presentándonos a Lorelai y Rory, dos mujeres que son mucho más que madre e hija. Entre ellas fluye la comunicación, la amistad, la confianza y la admiración mutua.
Lorelai (Lauren Graham) es una alocada treintañera que trabaja en el hotel "Independence" y que ha tenido que afrontar desde muy joven, el criar sola una hija que ya es adolescente y que se enfrenta a las situaciones típicas de su edad, mantener en pie la economía de su hogar y lidiar con sus adinerados padres, los cuales aún no han perdonado algunas de las decisiones que tomó en el pasado.
Rory (Alexis Bledel) es la hija y curiosamente resulta ser la voz de la madurez en la pareja. A pesar de su edad, resulta ser una chica bastante responsable, inteligente y con inquietudes académicas.
Como todos los jóvenes de su edad, sus prioridades se ven alteradas, cuando conoce a Dean (Jared Padalecki), con el que no tarda en comenzar una relación.
Por si eso fuera poco, esadmitida en Chilton, una escuela muy elitista y cuyo presupueto queda fuera del alcance de las Gilmore.
Ante esta nueva situación, Lorelai se ve obligada a pedir el dinero a sus padres Emily (Kelly Bishop) y Richard (Edward Herrman), los cuales no dudarán en prestárselo, pero con una condición que pesa más que una hipoteca para el orgullo de Lorelai: Todos los viernes tendrán que acudir madre e hija a cenar con ellos.
Con un ambiente tan tenso, no tardan en renacer viejos rencores, al mismo tiempo que Rory intenta acercarse más a sus abuelos, a los que apenas conoce.
Por otra parte está Luke (Scott Patterson), el propietario de un café restaurante en el que las chicas pasan media vida por su desproporcionada adicción al café.
Aunque nunca han tomado la decisión de hablarlo, es evidente que tanto él como Lorelay sienten algo más que amistad y eso se nota en el buen rollo reinante entre ambos y en su implicación en la vida de las chicas, como si de un padre-marido en plan amigos se tratase.
Todas las historias de la serie se centran en el pueblecito antes mencionado, que está repleto de adorables personajes y en el que todos querríamos vivir.
Hacen asambleas para decidir cualquier detalle absurdo, todos se implican en la vida y negocios de los demás y todo esto para bien y para mal.
Taylor es el representante de todos y el artífice muchas absurdas propuestas, de las cuales se encarga de ejecutar su fiel Kirk, un joven con decenas de trabajos en el pueblo y que resulta agotador con solo verle.
Sookie es la mejor amiga de Lorelai y cocinera del "Independence", tiene gran corazón y la dosis justa de locura, que acabará por volver loco (de amor y desesperación) al bueno de Jackson, el encargado de llevar las verduras y frutas al hotel.
Tampoco nos podemos olvidar de Paris, Lane, Babette, Michel o Miss Patty, pero los que no sepáis quienes son, significará que no habéis visto la serie, por lo que ya tenéis un motivo para descubrirla de una maldita vez.
Descifrar dónde reside el éxito de la serie, es una auténtica locura, ya que podemos mencionar todas y cada una de las piezas que forman el puzle.
Sus guiones y diálogos son abrumadores y están llenos de refererencias al cine, música y televisión de toda la vida (no os sorprendáis si hacen mención de algo que no conocéis), los personajes están bien construidos y no sobra absolutamente ninguno, los actores no podrían haber sido elegidos mejor y la atmósfera que recoge todo es increíble.
La primera temporada es sencíllamente insuperable y la serie no pierde ni un ápice con el paso de las mismas, aunque las últimas flojeen algo o puedan hacerse algo repetitivas en el tema amoroso.
A los que conocéis la serie, no tengo que convenceros de nada, pero a los que no habéis dado el paso de introducir a las Gilmore en vuestra vida, estas palabras deberían haberos servido de empujoncito.
Como no se me ocurre ninguna forma de acabar el artículo, qué mejor que hacerlo recordando una frase a lo Gilmore:
RORY: No puedo llegar tarde mi primer día. ¿Sabes lo que le pasa a la gente que llega tarde el primer día?
LORELAI: ¿Que el día se les hace más corto?
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