jueves, 8 de noviembre de 2007

[Crítica] Primera temporada de "Sobrenatural". Quinta parte

El lento ritmo con el que seguía la serie, ha terminado y desde hoy tengo la firme convicción de no ver ninguna otra serie en dvd, hasta que llegue al final de esta.


Por fin he tomado una drástica decisión: Terminar la primera temporada antes de seguir con ninguna otra serie y el motivo está claro y no es otro que la inminente salida de la segunda temporada en soporte digital.

Para los que no han seguido la serie o no están interesados, que sepan que estoy anteponiendo "Sobrenatural" a otros éxitos como "Héroes", "Mujeres Desesperadas" o "Smallville".
No es casualidad, esta serie se lo merece.

Si no habéis leido las anteriores críticas, podéis acceder desde aquí:
Primera parte: 1-3.
Primera parte: 4-6.
Primera parte: 7-8.
Primera parte: 9-11.


1x12_Fe

A Deanle quedan pocos días de vida y Sam no está dispuesto a perder a su hermano.
Es por eso que encuentra a un curandero que hace verdaderos milagros, curando a la gente.
Como no es oro todo lo que reluce, por cada vida salvada, otra totalmente inocente y sana es sacrificada.

Toda serie de misterio tiene su típico episodio centrado en un adorado curandero de un recóndito pueblecito, con su carpa, sus fieles y como no, sus enfermos.
El episodio sabe mantener cierta tensión durante sus cuarenta minutos, desde que se nos presenta a una mujer enferma (Julie Benz, a la que recordamos por "Ángel"), cuya sanación debe ser impedida , muy a su pesar, por Dean.

Como punto malo (por decirlo de algun modo), el hecho de que no volvamos a saber nada más ni del padre ni de la misteriosa autoestopista de episodios anteriores.


1x13_Ruta 666

Sam y Dean han de enfrentarse al espíritu de un vehículo, que provoca accidentes y asesina cruelmente a gente de color y cuya última víctima ha sido el padre de una ex-novia de Dean.
Al tratarse de un espíritu que no deja rastro, las autoridades consideran los sucesos como accidentes.

Nada más comenzar el episodio, se me vienen a la cabeza la mítica "El diablo sobre ruedas" y la más reciente "Nunca juegues con extraños, debido a la forma que tienen de encarnar al malo de la película en un vehículo, cuyo conductor no llegamos a ver nunca y que asusta con solo oir rugir su motor.

Entretenido, pero con la misma pega que el anterior: ¿Dónde está la autoestopista? ¿Y el padre de Dean y Sam?



No hay comentarios: