Crítica: Smallville: Historia de un desencanto

Allá por el verano del 2003, haciendo zapping, descubrí "Smallville".
No había oido hablar nunca de ella, ni sabía que pertenecía al mundo "Superman", por eso al ver que el protagonísta se llamaba Clark Kent y demás coincidencias, caí en la cuenta que lo del título no era ningún homenaje, sino que era una serie basada en la juventud de Clark Kent.
Lo poco que ví me agradó, por lo que seguí mi protocolo habitual: ver uno o dos episodios por televisión para calibar mi interés y esperar paciéntemente a la salida del dvd para verla cuando y como yo quiera.

Unos meses después adquirí por fin la primera temporada en dvd (qué recuerdos esos tochos de 6 cajas amaray) y me la visioné en menos de una semana. Estaba encantado y quería más y más, a pesar de que los capítulos eran bastante inferiores a los de temporadas siguientes y se basaban en "el malo de la semana".

Nuevamente pasaron unos meses y adquirí, el mísmo día del estreno, la segunda temporada. Volvía a gozar de lo lindo y aunque el subidón de la novedad ya había descendido, la gocé igualmente. Pero a medida que avanzaban los capítulos, me dí cuenta de que avanzaban muy poco en lo que a poderes o mitología del personaje se refería, "dales tiempo" pensé, por lo que esperé otros cuantos meses para hacerme con la siguiente temporada el día de su lanzamiento.

Ya con la tercera temporada e casa, la curiosidad me comía por dentro, pero me daba algo de pereza y miedo ponerme a ver un cápítulo porque ya sabía que tras un comienzo de temporada espectacular, la historia se desinflaría hasta el final de la mísma, donde durante los capítulos finales, nos inyectarían toneladas de adrenalina.
Efectívamente, eso pasó, estaba desencantado.

Por cuarta vez, acudí reciéntemente a comprar la cuarta temporada por puro completísmo, visioné los primeros capítulos (algunos excelentes) y la dejé aparcada hasta acabar otras series que tenía en ese momento "Bones", "Me llamo Earl"...
Ayer, observando mis estanterías, decidí terminar de ver la temporada pensando que me quedarían tan solo dos o tres capítulos y cual fue mi sorpresa cuando descubrí que tan solo había visto ocho. En ese momento me paré a pensar en como una serie que me había llenado tanto en su inicio, llevaba meses muerta de asco sin ver, mientras que otras ya las estaba visionando por segunda vez.

En el preciso momento en que acabe de escribir esta crítica, me dispondré a ver un capítulo o dos para ver lo que me depara la serie.
La conclusión que saco es que "Smallville" es una serie de factura impecable que posee los mejores finales y comienzos de temporada posibles, pero que lamentablemente (sin contar la libertad que se toma al adaptar la mitología de "Superman") posee en cada temporada, una media de diez capítulos que no aportan absolutamente nada.