Episodio 1.09: Guerra de territorios |
La inesperada visita de los abuelos de Ephram y Delia, pone a la familia Brown patas arriba.
Andy se da cuenta de que su hijo parece estar más unido a un abuelo al que apenas ve que a su propio padre y para colmo, el joven se plantea volver a Nueva York y abandonar Everwood.
Por otra parte, Amy sufre un duro golpe cuando la familia de Colin le invita a abandonar el hospital y alejarse temporalmente de su hijo.
Como si Andy no lo tuviese ya lo suficientemente difícil con su hijo, la llegada de sus suegros no hace más que complicar las cosas.
Mientras se ve obligado a volcarse de lleno en un caso, el doctor Brown contempla como Ephram es un completo desconocido para él y un libro abierto para su suegro. Si además el abuelo materno le ofrece al joven todo lo que este cree necesitar en ese momento (abandonar Everwood, alejarse de Amy...), tenemos una preocupante, aunque improbable, posibilidad de que lo que queda de la familia Brown termine por romperse.
La posibilidad de que Ephram abandone a su padre para vover a Nueva York con sus abuelos, es improbable por el simple hecho de que aún estamos en el noveno episodio (la cosa cambiaría si estuviésemos en pleno final de temporada y fuese necesario un suceso importante que dejar en el aire). No obstante y aunque sabemos que Ephram se quedará en Everwood, no podemos dejar de sentirnos mal por Andy y empezar a odiar un poco a los abuelos de los chicos (la lucha entre la abuela y Edna por el amor de Delia, tampoco ayuda a que sintamos simpatía por ellos).
Al margen de los Brown, Amy queda desolada cuando después de haberse preocupado más que nadie por Colin (no olvidemos que fue ella la que puso en marcha todo lo referente a la operación que le sacó del coma), es cortésmente invitada por los padres de este a que se aleje de su hijo por un tiempo.
Puede que la joven fuese un poco brusca y se precipitase al intentar hacer recordar a su novio a toda costa y puede que los padres del chico lo estén pasando verdaderamente mal y no actúen con total coherencia, pero aun así, resulta un poco chocante el agradecimeinto dado a Amy, por intentar ayudar a su novio.
Episodio 1.10: ¿Hay un médico en casa? |
Ephram parece estar dispuesto a marcharse a Nueva York con sus abuelos y más después de ver en lo que se ha convertido su amistad con Amy.
Delia y su abuela preparan una fiesta de cumpleaños para Edna. Lo que no saben es que esta odia cumplir años y que nadie en el pueblo se ha atrevido jamás a felicitarla. Para colmo, la fiesta coincide con una gran nevada que colapsa el pueblo y Bright sufre un repentino ataque de apendicitis.
Segundo de los dos episodios centrados en la visita de los suegros de Andy a Everwood.
Si el primero se despedía con la posibilidad de que Ephram se fuese a Nueva York con su abuelos, este continua con la firme decisión del joven a irse de Everwood. La relación con su padre no es buena, no tiene amigos y Amy y él no atraviesan un buen momento.
Como ya podíamos esperar, finalmente los abuelos se marchan tal y como llegaron y Ephram se queda junto a su familia, tras sendas y emotivas charlas con su padre y Amy.
Pero la historia de la marcha de Ephram queda en un segundo plano para ceder total protagonismo a un Bright que había desparecido en los últimos episodios.
Tras avisar del hecho de que estar junto a su abuela le producía dolor de estómago y finalmente acceder a acudir a la fiesta de cumpleaños en honor a esta, resulta que su recurrente excusa se convierte en un ataque de apendicitis en toda regla.
Aunque en ningún momento tememos por la vida de Bright, este suceso sirve para ver como están realmente conectados Andy y su suegro, a pesar de sus diferencias y como el doctor Abott confía plenamente en su rival, hasta el punto de dejar a su hijo en sus manos.
El momento divertido del episodio lo protagoniza la pequeña Delia que después de organizar la fiesta de cumpleaños junto a su abuela, se dispone a recibir a los invitados enfundada en el horroroso vestido que esta le ha regalado, pero sin dejar atrás su inseparable gorra.
Como buena anfitriona recibe a todos y cada uno de los amigos que van llegando, hasta que al toparse con un, según ella, enorme Bright, queda totalmente prendada de él.
Sus miraditas, sus acercamientos y el abrazo a este en el hospital, resultan verdaderamente entrañables.
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