Dirty Sexy Money: Lujo, excesos y un piloto con los Darling

Emitida en Antena 3 hasta hace pocos meses y cancelada este mismo año en su país de origen, "Dirty Sexy Money" ha pasado a formar parte de mi serieteca.


Bienvenidos al círculo de los Darling, posiblemente la familia más rica y extravagante de Nueva York. Una de las pocas familias que puede permitirse el lujo de pagar diez millones de dólares a su abogado, que no tiene inconveniente en cortar el puente de Brooklin para celebrar una escandalosa e insultante fiesta de cumpleaños, que no necesitan ir al teatro porque el teatro va a ellos y cuyas fotografías de familia en compañía de leones, dan la vuelta al mundo.

En el lado opuesto tenemos a Nick George (Peter Krause), un abogado con la cabeza sobre los hombros y con la suficiente humildad como para dedicar gran parte de su tiempo en luchar por causas perdidas.
¿Pero qué pasa cuando su padre, un ser al que apenas recuerda y abogado de los Darling, muere en un misterioso accidente aéreo? Que se ve en un círculo del que difícilmente podrá salir si no es con los pies por delante.



Todo comienza cuando Nick se reencuentra con la familia Darling al completo en el funeral de su padre. Aparentemente el encuentro promete no volverse a repetir en mucho tiempo ya que lo que representan los Darling es lo que más detestan Nick y su mujer Lisa (Zoe McLellan), pero todo hombre tiene un precio, por muy íntegro que este se declare.
Tras una breve reunión con el patriarca, Patrick Darling (Donald Sutherland), Nick se convierte en el nuevo abogado familiar. A cambio, una gran suma de dinero irá a parar a obras benéficas y él decidirá como y de qué forma trabajar.

Pero hay que ser un poco ingenuo para pensar que una panda de egoístas mal criados se van a adaptar a unos horarios y formas de actuar. Da igual lo que suceda a su alrededor, para cada uno de los Darling sus problemas son lo primero y lo que quieren por encima de todo es que alguien se ensucie las manos por ellos, por su propio bienestar, ya sea revisando las escrituras de un yate ganado en una partida de póker, problemas para conseguir una plaza en una prestigiosa escuela, o romper con una despampanante transexual.



Como es lógico, el primer día como abogado de los Darling es suficiente para Nick y aunque estaba convencido de que su nuevo puesto no acabaría por convertirle en su padre, todo apunta a que no será así.
¿Pero qué es lo que le hace cambiar de opinión tras su renuncia? ¿Tal vez las sospechas de que la muerte de su padre no fuera un accidente? ¿Que su cuerpo no apareciese? ¿Sacar a la luz posibles trapos sucios de la familia más conocida del país? ¿Un salario que jamás imaginó? ¿O tal vez, que en el fondo cree que los Darling necesitan su ayuda para sobrevivir?

Todas estas y muchas más preguntas son las que me planteo tras haber visto el episodio piloto de la serie. Un episodio con una buena puesta en escena, un reparto de peso, entre los que podemos destacar a Donald Sutherland, William Baldwin y Peter Krause y que deja abiertos un montón de motivos por los que seguir viendo la serie.
No puedo decir que "Dirty Sexy Money" sea una propuesta innovadora y sorprendente, pero promete ser una buena historia sobre esta estrafalaria familia.



Sobre los motivos que me llevaron a apostar por esta serie, tengo unos cuantos.
El primero de ellos es, sin lugar a dudas, su corta duración. Como ya he comentado, la serie fue cancelada este mismo año en su segunda temporada, por lo que se cerró a pocos episodios de llegar a la treintena. Normalmente esto no es buen síntoma, pero actualmente necesito nuevos títulos que no me exijan una gran y larga dedicación.
El segundo motivo fue el casting elegido, entre los que tenemos varios pesos pesados y que le da a la historia un mayor empaque.
El tercero, no es otro que la sorprendentemente buena acogida que obtuvo la serie en su pase por Antena 3.
El cuarto y uno de los más importantes, las buenas reacciones por parte de muchos de los bloggers de referencia.
Y la quinta y última, la buena y económica edición en dvd de la primera temporada.

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