Va de memes: Me caes bien / Me caes mal (III)

Hoy me siento generoso. En anteriores entregas había repartido odio y amor a partes iguales, pero hoy me posicionaré en el lado positivo de la balanza. Tres personajes que me encantan y uno al que odio mucho.

La semana pasada publiqué las dos primeras entregas de esta nueva sección, con la promesa de que habría más. Ha sido tal el aumento de visitas en esos días, que no me ha quedado otra que escribir esta tercera parte.
La idea fue de Adri, después la siguieron Iñaki y otros muchos más.

- Ari Gold (Entourage)



Puedo decir, sin miedo a exagerar, que Ari Gold es el alma de "Entourage". Es grosero, borde, temperamental, rastreo, engreído e impaciente. Pero, por encima de todo eso, es un agente de estrellas implacable.
Es un tipo que vive para su trabajo y cuya codicia es tal que sobrepone a sus representados por encima de su propia vida y familia.

Verle perder los nervios al teléfono, gesticular como un loco, agachar las orejas frente a su esposa (para luego montarle un pollo, segundos después), o mantener a voces una subrealista conversación en mitad de la calle, son cosas que solo él hace con tanta gracia.
Además tiene a Vince y a su panda de perfectos "sacaquicios" (toma palabrejo), para verle fuera de sus casillas en cada episodio.

- Walter Bishop (Fringe)



Su carácter y forma de ser es consecuencia directa del tiempo que ha pasado encerrado en una institución mental. Y tal vez es gracias a eso, que ese puntito de locura hace tan grande al personaje.
Tengo clarísimo que de ser únicamente un gran científico, sin nada más, el personaje no valdría mucho. Al igual que la relación entre padre e hijo, tan importante en las tramas.

Cuando las cosas se complican hasta extremos insostenibles, cuando disponen de segundos para lograrlo en un último intento, o cuando están en el peor sitio (escenas del crimen, depósitos...), es ahí donde el mayor de los Bishop saca su carácter, haciendo preguntas absurdas a su hijo o enumerando citas y detalles que no vienen al caso.

- Rodney McKay (Stargate Atlantis)



No me suelen gustar esos personajes (a medio camino de ser protagonistas) graciosillos y tontorrones, que se jactan de ser los mejores, pero que acaban siendo rescatados en cada episodio porque han metido la pata o por cobardes.
Generalmente, no tienen gracia y su labor de Shaggy (quien recuerde "Scoobie doo", sabe de qué hablo) suele resultar muy cansina.

En esta descripción podría entrar Rodney McKay, sin ningún tipo de problemas, pero su personaje ha demostrado ser mucho más que eso. Tiene una mezcla perfecta de frikismo, heroísmo y egocentrismo. Es un personaje que mete mucho la pata, que comete errores (aunque rara vez lo reconoce), pero que lo compensa con su valía.
Solo espero, que siga así su desarrollo y no se convierta en un mero bufón.

- Lincoln Burrows (Prison Break)



Lincoln Burrows, mejor dicho, Dominic Purcell parece haberse licenciado en la escuela de arte dramático de Chuck Norris. Es un tipo cuyo único mérito es el de ser el único hombre capaz de ponerse camisas de la talla M a medio abrochar y el de permanecer impasible en todas sus escenas.
Parece falso, pero en la foto que he puesto está mostrando todos sus registros. Rabia, tristeza, alegría, sorpresa...

Para colmo, toda una serie ha girado en torno a su injusta encarcelación. Vale que nadie merece estar en prisión por un asesinato que no ha cometido, pero ¿merece la pena salvar su vida a cambio de la de las otras veinte personas que han muerto en cuatro temporadas?
Total, nunca vas a notar en su cara un gesto de agradecimiento. Lo mejor habría sido llevarle tabaco, una lima y volverte a casa.