Contiene spoilers:
Como ya comenté, mientras algunos ya estáis metidos en la tercera temporada, yo he esperado pacientemente a la salida en dvd de la segunda.
Han pasado solo tres días desde la salida y ya estoy llegando al ecuador de la temporada.
Como me temía, la credibilidad del argumento ha pasado a ser algo secundario y los guionistas han optado por repetir la vieja fórmula del giro inesperado. No hace falta decir que a pesar de que en ocasiones resulta irreal, engancha igual que la primera.
Hasta ahora ya han caído dos de "Los ocho de Fox River", Abrucci (ya conocía esta baja, debido al poder de internet) y Tweener (era de esperar, teniendo en cuenta los problemas legales del actor que lo interpreta).
El resto tomaron distintos caminos, Sucre para intentar fallidamente reencontrarse con su amor, T-Bag para recuperar su mano, C-Note para enviar un mensaje a su familia y los hermanos en busca de su tesoro enterrado.
Como no podía ser de otra forma, todos volvieron a reunirse tentados por la abaricia y fue ahí cuando empezó a usarse demasiado la repetitiva fórmula del giro inesperado (anteriormente ya pudimos verla cuando los hermanos y la amiga de Soffield fueron retenidos por Bellick y su perro faldero) , empezando con un Sucre que parece querer quedarse con el botín, siguiendo con un T-Bag que es más listo de lo que aparenta al llevarse el botín y con un Lincoln que es capturado por la policía junto a su hijo, pero que nuevamente es liberado por su padre y su equipo.
No me quejo, de hecho todos los serieles enganchan a la audiencia con este método, pero su uso excesivo puede llegar a dejar de sorprender y convertirse en predecible.
Por otra parte está el agente Mahone, que tras comenzar con un perfil misterioso e inquietante, da un giro al conocerse su implicación con la trama Kellerman - Reynolds, perdiendo así parte de su encanto y misterio inicial y una Sara que tras descubrir que su nuevo amigo (Kellerman) no es lo que aparenta y encontrar a su padre muerto, no dudará en reunirse con Michael.
Otro detalle algo absurdo es el reencuentro entre Bellick y T-Bag y el método del primero para recuperar la llave que el segundo se traga y que es el pasaporte hacia el dinero.
¿Soy el único que si estubiese en la mente enfermiza de Bellick, no dudaría en rajar a un sádico violador como T-Bag, para conseguir extraer la llave de su cuerpo y no perder el tiempo con laxantes?
Y siguiendo con los detalles absurdos o poco creíbles, está el heco de que algunos de los presos pasen por delante de policías y tenderos y sean los segundos los que les reconozcan, que unos expresidiarios nada peligrosos (Michael y Lincoln) sean capaces de huir y eludir a las autoridades sin medios ni armas, e incluso corriendo y que Mahone o Kellerman puedan llegar hasta sus objetivos en cuestión de segundos y estando a kilómetros de distancia.
Lo dicho, la serie tiene algunos flecos demasiado subrealistas, una trama que cada vez se complica más y una cantidad de muertes a sus espaldas que sigue creciendo y que debilita a grandes pasos el loable objetivo de Michael y Lincoln, por eso es en este punto cuando hay que valorar lo bueno y lo malo de la serie y decidir si lo que te aporta, compensa esos fallos y merece dedicarle más tiempo.
En este caso, los compensa con creces, ya que tiene una trama ágil y que evoluciona, no estancándose en algo que no va a ningún lado y prometiendo acontecimientos que luego no tienen lugar.
1 comentario:
ya t queda menos, aun te han de dar un par de "vueltas" jeje. no digo ná.
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