miércoles, 22 de abril de 2009

Huesos, adn y patrones de conducta

¿Qué tienen en común Jason Gideon, Temperance Brennan y Horatio Cane? Pues que todos ellos son los criminólogos más conocidos de la televisión.


¿Qué tienen en común nombres como Jason Gideon, Temperance Brennan y Horatio Cane?

Pues que todos ellos pertenecen a los criminólogos, científicos y agentes más conocidos de la televisión.
Hasta que Gill Grisom y su equipo del C.S.I. de Las Vegas llegaran a nuestras televisiones allá por 2000, los asesinatos y crímenes siempre eran resueltos gracias al instinto y valentía de los protagonistas de la serie en cuestión, que en medio de una espectacular persecución o tras un tiroteo, metían al caco entre rejas.
Pero era hora de renovarse y dejar de lado la acción y las armas para dar paso a los microscopios y los bastoncillos de algodón.


Se establecían entonces nuevas reglas y aunque el inicio del caso siempre fuese la aparición de un cadáver o la investigación de un trágico suceso, el desarrollo hasta su resolución pasaba por la recogida de pruebas, el análisis de las mismas y su asociación al sospechoso en la escena del crimen.
A priori podría haber incitado a pensar que este nueva idea de serie no solo dejaría de sorprender al público sino que terminaría por aburrirle al inundarle de tecnicismos y términos que ni los propios creadores entienden.
Pero no fue así (sus ocho temporadas dan fe de ello) y en poco tiempo se convirtió en un icono de la televisión actual que además acabaría por extenderse, para bien o para mal, hasta copar la parrilla con dos franquicias más ambientadas en Miami y Nueva York y otros títulos de temática y desarrollo similar entre los que destacan "Bones", "Caso Abierto", "N.C.I.S", "Sin Rastro", "Crossing Jordan" o "Mentes Criminales".

Cada una de estas nuevas series, que actualmente siguen en pantalla, comparten al menos cinco señas de identidad:
-Un asesinato o desaparición abre el episodio.
-Son series con desarrollo procedimental (las temporadas se componen en su mayoría de episodios autoconclusivos y no suele desarrollarse una trama continuada), siendo su visionado más cómodo y sin la necesidad de que el espectador esté obligado a seguirla habitualmente para poder comprenderla.
-Un elenco de personajes entre los que siempre está el jefe que parece ir por delante y un equipo que puede con todo y del que nada sabemos de su vida fuera del trabajo.
-Toda introducción al episodio (en un próximo artículo recopilaré las más descacharrantes) acaba con una frase lapidaria y con gancho del protagonista, que enlaza rápidamente con los créditos de inicio.
-El caso suele resolverse alrededor del minuto 35, dejando el resto del episodio para una larga escena musical en la que a base de gestos e imágenes y sin apenas diálogos se nos muestra o insinúa un poco más de los personajes, su forma de ser, sus emociones y sus vidas.
En lo único en lo que se diferencian es en los métodos que usan hasta llegar a la verdad y que pasan por la búsqueda de pruebas forenses (C.S.I.), el estudio de los huesos (Bones), los testimonios e interrogatorios (Caso Abierto, Sin Rastro), o el estudio y desarrollo de un perfil con el que poder adelantarse al siguiente movimiento de los criminales tras los que van.

¿Si te gusta una te gustarán todas?
Aunque todas ellas tiene más en común que diferencias, bien es cierto que no a todos gustan por igual.
Hay quien devora todas ellas sin distinción, quien es fiel a la original, quien odia esta pero disfruta con sus sucedáneos y quien ama a Horatio Cane y sus poses de modelo frente a la cámara pero no soporta al sabelotodo Grissom.

A título personal y hablando de aquellas que he visto, soy de los que disfruta con la esencia, personajes y un cierto realismo del C.S.I. original, de los que goza con la saturación de colores, el glamour y el estilo videoclipero que luce su hermano de Miami a partir de la cuarta temporada y de los que no pueden aguantar ni uno solo de los episodios de los forenses neoyorkinos.
En lo que se refiere al resto de sucedáneos, "Sin Rastro" y "Caso Abierto" me parecen dignos seriales apropiados para ver de vez en cuando y sin la obligación de seguir temporada tras temporada, "Mentes Criminales" tiene buenas ideas y alguna que otra brillante trama pero peca de tener a unos personajes excesivamente pedantes y "Crossing Jordan" y especialmente "Bones" tienen la habilidad de no tomarse en serio ni a ellas mismas, de saber darle algo de humor y desenfado en los momentos más apropiados y en tener unos personajes que a pesar de ser igual de sabiondos que en el resto de series, muestran su faceta friki y cómica dotándoles de mayor humanidad.

Para acabar esta reflexión en forma de artículo no se me ocurre mejor manera que citar al sabio Horatio Cane en una de sus famosas frases introductorias a las que hice mención unas lineas más arriba:
-Horatio: Al parecer se electrocutó en mitad de su fiesta.
-Frank: Era famosa por ser famosa. Todas las miradas seguían sus pasos.
-Horatio: Todos menos..... el último.


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3 comentarios:

Ami dijo...

no soy muy fan yo de este tipo de series pero si las veo de vez en cuando y soy incluso incondicional de alguna...pero es que vista una vistas todas...

Scott dijo...

Soi Samuel que me olvidaba que tenia un blog abandonado jaja.Estoy de acuerdo con Ami, le pasa lo que a mi, no soy muy fan pero siempre que puedo veo CSI y siempre,soi adicto a Caso Abierto pero me fastidia que no haya DVD.Salu2

MFAL dijo...

Muy buena entrada, no la había visto antes...
Yo sí soy de CSI, sobre todo Las Vegas y Miami (NY me gusta pero mucho menos); y me ha gustado que has destacado CSI Miami desde la cuarta temporada y es verdad, a partir de ese momento la serie gana mucho, en la producción, ese juego con los colores y el desarrollo de las tramas y los personajes. Horatio Caine es fantástico, junto con su inseparable Delko... juntos son temibles y más si se van a Brasil ;)
Saludos!