Episodio 1.07: Nuestras creencias |
El día de la operación de Colin ha llegado y cada uno reacciona a su manera: Andy recurre a un viejo amigo de Nueva York para que le ayude en el quirófano, Amy pasa el día en el hospital a la espera de noticias, Ephram comprende que su lugar está junto a ella y va allí con el objetivo de animarla y Bright intenta afrontar las consecuencias de los actos que tuvieron lugar el día del accidente y su culpa en todo ello.
Mientras, el doctor Abott sigue fiel a su espíritu egocéntrico y narcisista y se dispone a montar una antena parabólica en su casa, con resultados nada favorecedores.
Los que no han visto la serie (no sé qué hacen empapándose de spoilers en vez de ponerse las pilas) creerán que soy un exagerado, pensarán que cómo es posible que una serie de la Wb me ponga los pelos de punta. Pero me da igual, ya que los que hemos visto "Everwood" conocemos sus muchas virtudes y sus defectos (que también los tiene).
Aunque todos los episodios han tenido su carga dramática y emotiva, este es uno de los que hasta el momento ha hecho más mella en ese aspecto y es uno de los que se venía esperando desde el piloto.
Hasta ahora habíamos visto derramar alguna lágrima a Andy, Delia, Amy y Ephram, pero en esta ocasión y como se dejó ver en los anteriores, ha sido el personaje de Bright el que ha pasado a un plano más profundo abandonando temporalmente su papel de hermano bobalicón.
Desde el principio cabía esperar que esa historia de que Colin conducía y de que Bright no recordase nada del accidente fuese falsa. Viendo como eludía el tema y reusaba hablar de su amigo, estaba casi mascado que él había sido el verdadero responsable de todo y así se confirma cuando a través de una serie de flashbacks se nos muestra lo ocurrido aquel fatídico día (lo único que no me cuadra es que las autoridades no les hiciesen pruebas de alcoholemia y Harold se haya enterado por Bright).
Ephram sigue descolocando un poco en determinados momentos ya que es capaz de grabarle un cd a su padre para la operación (como hacía su madre antaño) pero no se le ocurre que Amy pueda necesitarle a su lado en esos momentos. Afortunadamente y tras un pequeño empujoncito por parte de Nina, a la que hacía tiempo que no veíamos, se presenta en el hospital cargado con un arsenal de juegos de bolsillo, que da para un par de divertidas escenas entre ambos y posteriormente con Andy, al que cada vez se acerca más.
Episodio 1.08: Hasta que la muerte nos separe |
Se aproxima el aniversario de boda del doctor Brown y en mitad de un bache emocional Andy empieza a preguntarse si algún día volverá a ser feliz y si podrá recuperar lo que perdió cuando murió su esposa. Para colmo y como si recordar su matrimonio no fuese suficiente, tiene como nuevo paciente al reberendo del pueblo y se ve metido en medio de su crisis sentimental.
Mientras, Ephram se queda incomunicado junto al resto de la clase durante una excursión y el primer beso entre este y Amy coincide con el despertar de Colin.
Posiblemente uno de los episodios más tristes de los vistos hasta la fecha.
Generalmente la serie suele estar bastante bien equilibrada en lo que a momentos de drama y humor se refiere. Siempre tenemos alguna trama amarga pero en un segundo plano se nos muestra un lado más amable y simpático (casi siempre protagonizado por el doctor Abott, o por la pequeña de los Brown) para que no nos quedemos con ese cierto sabor agridulce al terminar de ver cada episodio.
Esta vez y aunque volvemos a tener una pequeña dosis de humor relacionada con los bailes del doctor Abott y sus ensayos frente al ordenador de la consulta, no he podido evitar quedar un poco triste al llegar a los créditos finales.
Estoy acostumbrado a las penas y malos momentos de Amy, Ephram y hasta de la pequeña Delia (son jóvenes y forma parte de la vida de todo niño y adolescente), pero ver como el risueño Andy toca fondo al llegar su aniversario, me hace sentirme mal.
Era evidente que alguien que rompe con años de brillante carrera, que se muda a Colorado y que habla con el fantasma de su difunta esposa, es que no ha superado del todo el trauma, pero estamos tan habituados a que siempre muestre el lado más positivo de las cosas, a que intente ayudar a los demás a toda costa y a que se llene con un simple cd grabado por su hijo, que verle arrodillado frente al altar de la iglesia rogando por una vida más feliz, como poco hace que nos emocionemos.
Por otra parte, el momento del primer beso entre Ephram y Amy ha llegado al fin y como era de esperar no ha sido todo lo platónico y complaciente que podrían desear ambos. Por mucho que sientan algo más que amistad el uno por el otro, la sombra de Colin siempre estará ahí y si como en este caso su despertar sucede poco después del beso (sin dar tiempo a aclarar sus sentimientos), todo apunta a que los próximos días entre los dos amigos serán bastante incómodos.
También prometen ser unos episodios bastante duros para Amy (más si cabe), ya que al contrario de como lo había soñado, Colin ha vuelto pero sin recuerdos.
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