Especial: Mis 50 series de la década (VI)

Estamos a una semana de acabar año y con él la primera década del 2000. En estos años son muchas las series que nos han marcado y estas son las mías.



Serie original donde las haya, "Tan muertos como yo" es de esas series que desde el primer momento te llaman la atención. En mi caso me llamó la llamó desde el momento en que empecé a ver imágenes promocionales. Meses después la encontraría de rebote escondida en las mañanas de Cuatroº y al tiempo acabaría haciéndome con ella en dvd.
Recientemente tuve la oportunidad de ver la película que supuestamente pondría fin a la historia, pero no estuvo a la altura de lo que yo recordaba.


"Friday Night Lights" es de esas series que sin verla crees saber de qué palo va. Yo era de los muchos que pensaba que no era más que una serie de niños y niñas guapas para adolescentes, otro "One Tree Hill". Afortunadamente no dudé un segundo en comprarme su primera temporada en dvd y lo que me encontré fue con una serie mejor hecha de lo que parece, con unos personajes creíbles y fácilmente reconocibles y con un final de temporada sobrecogedor.


Fue, es y será la mejor serie de televisión nacional hecha nunca. Sus primeros episodios eran bastante malos y siempre desprendió un cierto tufillo a copia cañí de"Friends". Pero durante muchos años, la noche de los domingos se convirtió en la noche del humor y el buen rollo. Javier Cámara, Blanca Portillo, Gonzalo de Castro, Guillermo Toledo, la gran Amparo Baró... Son tantas las caras que han pasado por esta serie y los buenos momentos pasados que siempre la tendré en la memoria.


Por muchos detractores que tengan los procedimentales y muchos más Horatio Cane, yo siempre defenderé la franquicia "C.S.I." (excepto Neva York, esa puede arder en el infierno) a capa y espada.
Un buen procedimental como es "C.S.I. Miami" te garantiza 40 minutos de suspense y tensión, un ritmo acelerado y un aspecto visual para quitarse el sombrero.
Viva Horatio Cane, viva "C.S.I. Miami".


"South Park" sentó precedentes en la animación para adultos y "Padre de familia" llegó y se los cargó con su bestialidad y poco sentido del absurdo.
Un perro que habla, un bebé que quiere matar a su madre y un padre que es poco menos que un disminuido mental. "Padre de familia" me asegura diversión y risas en cada episodio y eso más que suficiente. ¡Zas, en toda la boca!
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