martes, 26 de enero de 2010

Perdidos: Los momentos más emotivos (Deus ex machina)

¿Quién no recuerda los intentos desesperados de Locke por abrir la escotilla? ¿Quién no se ha emocionado tras el primer encuentro con su padre? ¿A quién no se le pusieron los pelos de punta con la música de Giacchino?

Uno de los grandes enigmas de la primera temporada de "Perdidos" fue la existencia de una escotilla en mitad de la isla y lo que escondía en su interior.
John Locke siempre pensó que los supervivientes del 815 de Oceanic estaban en aquel lugar por alguna razón que debía averiguar. Para colmo, la isla parecía confirmar su teoría con una serie de sucesos sin explicación aparente.

Uno de esos sucesos fue su repentina curación. Antes del accidente Locke era minusválido y necesitaba una silla de ruedas para desplazarse, justo después dejaría de serlo milagrosamente.
El segundo fue el descubrimiento de la ya nombrada escotilla y desde entonces no pararía hasta conseguir abrirla y entrar en su interior.
Para ello se valió de varias herramientas y de la inestimable ayuda de Boone, su confidente en todo esto.



Desgraciadamente, en una de sus expediciones, ambos descubrirían un avión accidentado en lo alto de una colina y como si de otra prueba de fe se tratase, Locke convencería a Boone para trepar hasta él, sin saber que acabaría desplomándose varios metros.
Como ya recordaréis, este suceso trajo la desafortunada muerte de Boone, lo que Locke se tomaría como una traición por parte de quien quiera que le enviase todas esas señales.



Paralelamente, con la ayuda de los flashbacks, comprendemos por qué Locke es tan espiritual y lo realmente mal que lo ha pasado en su vida pasada.
Se nos muestra que lo que para cualquiera debiera ser motivo de felicidad (reencontrarse con unos padres a los que no conoce), para el lo es de desgracia.
No solo debe afrontar la aparición de un padre al que no conoce, sino que tras entablar una buena relación con él es, se da cuenta de que ha sido estafado con el único objetivo de conseguir un transplante.



Tras ofrecerse como donante, Locke se despierta dolorido y adormilado y se da cuenta que en la cama contigua, donde debería permanecer su padre, ya no hay nadie.
No se lo puede creer y se levanta como puede para ir a pedir explicaciones al hombre que tan feliz era con su recién descubierto hijo.
El episodio acaba con un Locke abatido y hundido golpeando la escotilla y exclamando una de las frases más recordadas de la serie: ¡He hecho todo lo que me has pedido! ¿Por qué me has hecho esto? ¡¿Por qué?! Atención al magnífico tema de Giacchino que suena de fondo.



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2 comentarios:

Adriii dijo...

La verdad es que este capítulo es uno de los más emotivos en varios sentidos. Me resulta gracioso recordar ahora estos momentos de la serie, cuando todavía eramos inocentes y no sabíamos en qué percal nos íbamos a encontrar en las últimas tres temporadas xD

satrian dijo...

Locke es una pena que no recuperaran un poco del Locke movido por su fe inquebrantable en la isla, que se ve perfectamente en estas imágenes.