La mayoría de vosotros despedísteis la serie hace ya unos meses. Yo decidí esperar al dvd y pegarme esos maratones lostianos que tan bien nos sientan. Tercera review de la sexta y última temporada.
Tras un episodio algo soso (si tenemos en cuenta en qué punto estamos ya de la serie), llega uno de esos que tanto me suelen gustar. Los centrados en John Locke. Su personaje a atravesado varias etapas, algunas muy buenas, otras bastante reguleras. De lo que no hay duda es de que siempre ha protagonizado los mejores flashbacks del serie ("Deux Ex Machina", fue de lo mejorcito de la primera temporada).
El episodio anterior acabó con Sayid en el punto de mira de Dogen. Según él, este tiene el mal en su interior y si no se acaba con él, terminará convirtiéndose en algo maligno. Jack le pregunta por qué está tan seguro y él le responde que porque le pasó lo mismo a su hermana, Claire.
¿Claire no estaba muerta o desaparecida? Puede, pero ahora parece ser que es la nueva Rosseau.
Comienza el episodio. En la realidad que tiene lugar fuera de la isla (si el avión hubiese aterrizado), Locke sigue con su trabajo en la fábrica de cajas. Es un hombre que ha aceptado su parálisis y que planea su boda con Helen, que recordemos que le había dejado antes de tomar el 815, en la otra realidad alternativa. Hasta aquí, su vida parece haber mejorado un poco (al menos está con la mujer a la que ama).
Otro de los cambios es la famosa expedición que no pudo realizar en la primera temporada (motivo por el que acabó en el vuelo 815). Esta vez sí lo ha conseguido, aunque le traerá consecuencias.
En realidad, Locke debía haber asistido a un congreso organizado por su empresa, en lugar de haber hecho pellas para irse de paseo con su maletón lleno de cuchillos. Randy (ese jefe capullo que le llamaba coronel) acaba enterándose y le pone de patitas en la calle.
Nueva sorpresa. Cuando Locke abandona el edificio, se cruza con el nuevo dueño, un poderoso y afortunado Hurley que le promete un nuevo puesto adecuado a su persona. Le da una dirección donde debe asistir y este acude. ¿Quién le atiende? Una Rose, enferma de cáncer (¿la peor parada en esta nueva realidad?)
Vayamos a la isla. Un espectacular plano secuencia nos pone en la ¿piel? del humo negro. Este recorre la selva hasta llegar a Dharmaville. Una vez allí, se da cuenta de que Sawyer está en una de las casas. Dados los ruidos, no parece que atraviese uno de sus mejores momentos.
John -humo negro- Locke, sigue su camino (ya habrá tiempo de reclutar a James), porque tiene una prioridad. Convencer a Richard Alpert. De este cara a cara podemos extraer muchas cosas valiosas.
Ya sabemos el por qué de la identidad de Locke (era más fácil acercarse a Jacob, ya que era uno de los candidatos), que Richard era un fiel súbdito de Jacob (aunque realmente no conocía apenas los detalles del plan).
Otro detalle muy interesante es poder ver la reacción de ambos. Locke parece tener todo bajo control, es simpático y agradable en sus frases (¿será realmente tan malo?). Richard ha perdido esa templanza que le caracterizaba en anteriores temporadas, está aterrado y cree que ha llegado el final. Locke quiere reclutarle (pronto veremos que ya lo intentó cuando este llegó a la isla).
La conversación se acaba cuando un niño rubio ensangrentado se presenta frente a ellos. Richard no puede verle, el hombre de negro sí puede (y le ha aterrorizado). ¿Quién será? Yo apuesto a por un joven Jacob que intenta atormentarle por lo que ha hecho.
En otro lado de la isla, Lapidus, Sun, Ben e Iliana se disponen a enterrar al verdadero Locke. Iliana está realmente compulgida por la muerte de Jacob (¿qué había tan especial entre ambos). Ben le cuenta lo ocurrido, eso sí, omitiendo convenientemente que ha sido él el que ha apuñalado al rubiales.
John es enterrado. Ben nos regala un discurso de los que te dejan sin palabras.
Mientras, el otro John vuelve a Dharmaville a por su segundo objetivo a reclutar. El abatido Sawyer.
El estafador sabe que el viejo no es el verdadero Locke (la frase "tus ojos no muestran miedo como los del John Locke auténtico" es genial). ¿Por qué irse con él, entonces? Porque le promete la respuesta a la gran pregunta "¿Qué haces en esta isla?" (Sawyer quiere saberlo, nosotros queremos saberlo).
De camino al lugar donde se encuentran las supuestas respuestas, Sawyer y Locke vuelven a toparse con el misterioso niño. La diferencia con la vez anterior es abismal. Esta vez, Sawyer también puede verlo (¿será porque es uno de los elegidos?) y Locke consigue hablar con él.
La frase del niño es brutal: "Conoces las reglas, no puedes matarlo". La de Locke, aún más: "No me digas lo que no puedo hacer" ¿Queda algo del viejo Locke o solo el aspecto exterior?
De vuelta al presente fuera de la isla. Locke consigue un puesto como profesor sustituto (parece que siempre será el eterno sustituto). ¿Con quién se encuentra? Con un resabiado profesor llamado Benjamin Linus (Artz también está). A estas alturas es obvio que los personajes están condenados a estar conectados en cualquier universo paralelo o realidad alternativa.
En la isla, Locke y Sawyer llegan a una cueva, tras bajar por un peligroso acantilado (escena magnífica).
A la entrada hay una pequeña balanza en perfecto equilibrio. A cada lado hay una piedra, una blanca, otra negra. Locke quita la piedra blanca y la lanza al mar. ¡Toma ya! Ya no hay equilibrio, el negro gana al blanco (al menos por ahora). Pero vayamos a lo verdaderamente importante.
¿Qué hay en la cueva? Un sin fin de nombres tachados en las paredes. ¿Cuales están aún sin tachar? El de Sawyer, Jack, Sayid... (los candidatos a ser el nuevo Jacob)
Otro nuevo misterio resuelto. Los números (cada nombre tiene asignado uno de los famosos números).
Locke le ofrece tres salidas a Sawyer. Esperar a ver qué pasa, ser el elegido, marcharse de la isla junto a él. Obviamente, elige la tercera (eso le salva de morir, de momento).
Continuará.
1 comentario:
Interesante! Saludos
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