viernes, 31 de mayo de 2013

One Tree Hill: Hasta la vista Ravens

Hace pocos minutos he visto el último episodio de una de las series de las que más he hablado en dserie en estos años. Y aunque no es bueno hablar de finales en caliente, voy a hacerlo... [Contiene spoilers]


El día ha llegado. Tras nueve temporadas, ''One Tree Hill'' ha llegado a su final para el que escribe estas lineas. Han sido nueve años de sueños y esperanzas, de alegría y tristeza, de sonidos y sliencios, de luces y sombras. Nueve años en los que me he reído, me he emocionado, me he ilusionado, me he cabreado... Nueve años a los que hoy he puesto final.

Cuando hace un par de meses presenciaba el final de la octava temporada, ya sabía que tendríamos una novena y última. Por eso, cuando me encontré con ese pedazo de FINAL con mayúsuculas, ese magnífico y emotivo episodio que tan bien se le dan a los creadores de la serie, me quedé a cuadros. Pero claro, ellos no sabían que habría una temporada más.


No lo voy a negar, si el de la octava temporada hubiese sido el final, me habría quedado tan feliz. Por eso, tenía mucho miedo por lo que nos pudiera traer la temporada final (ya sabemos lo que les gusta un drama a los chicos de Tree Hill). Aun así, se lo debía a la serie que tanto me ha dado y hoy, después de haberla finiquitado, puedo decir que no me arrepiento en absoluto.

Sí, hemos tenido mucchos dramas de tv movie de sobremesa dominical (el secuestro de Nathan, el regreso del agresor de Brooke, el olvido de Julian, la redención y muerte de Dan...) y otras de auténtica traca (la obesidad de Mouth, la nueva cafetería, el hijo olvidado de Clay...), pero también hemos tenido grandes momentos y  homenajes que sólo los auténticos fans sabemos apreciar.


También hemos tenido unos cuantos regresos, pero si tubiese que destacar uno por nefasto sería el de Lucas Scott (sin Peyton). Si los productores no podían tenerles de regreso, lo mejor hubiese sido no hacer este 'quiero y no puedo'. Cinco minutos de un frío Scott que no han sabido meter de buena manera en la historia y, en mi opinión, que manchó el recuerdo de su personaje.

Respecto al final, la vuelta de los chicos de Gavin DeGraw con su ''I Don't Want To Be'' (como no podía ser de otra forma) y un nuevo, aunque algo confuso, salto de cinco años en el que vemos como el pequeño Scott (ahora ya no tan pequeño) sigue el legado iniciado por su abuelo y continuado por su padre. Hasta ahí todo bien, pero he de decir un par de cositas de ese salto.


Cuando hace unas temporadas saltaron en el tiempo cuadró que los personajes no hubiesen envejecido, pero que tras estos otros cinco años, no hayan cambiado ni siquiera el corte de pelo o afeitado, te saca bastante de la situación. Respecto a Jamie Scott de estrella del basket, ¿No habíamos quedado en que el pequeñajo sería jugador de baseball? ¿Dónde quedaron las coñitas sobre su estatura?

Lo dicho, ha sido una temporada más de momentos surrealistas 'made in Tree Hill', de nuevos embarazos y bodas y de emociones a flor de piel. Una temporada que no ha aportado mucho más, además de decenas de guiños y regresos más o menos acertados. Aun así, por mí encantado. Llamarme lo que querías, pero ''One Tree Hill'' siempre será una de mis series...

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